LA GOLDEN QUE LO DABA TODO SIN PEDIR NADA

La historia de LAna

A la familia de Pilar siempre le han gustado los perros, por eso cuando su hija se encontró en una situación difícil en su colegio pensaron que sería una buena idea incorporar a un perro a la casa para que le ayudase a superar sus problemas. Y así fue.

Thor, un hermoso Golden Retriever, fue un compañero ideal hasta que desgraciadamente murió envenenado por algo que comió en el campo. Toda la familia quedó consternada y fue tanto el sufrimiento, que decidieron no volver a pasar por eso y abandonar la idea de tener un perro.

Pero esa sentencia es difícil de cumplir cuando amas tan profundamente a los perro, a medida que fueron pasando los días, el vacío que Thor había dejado cada vez se notaba más. Echaban de menos la alegría que aportaba un perro a la casa y fue por eso que al encontrarse con la web de DOGKING decidieron llamarnos.

Su sorpresa vino cuando en DOGKING le aconsejaron que no comprase un perro. Lo mejor era dejar pasar un tiempo y hacer el duelo por la perdida de Thor. Una vez se hubiesen recuperado de ese varapalo, en DOGKING no tendrían ningún problema en elegir un perro para ellos, pero definitivamente ese no era el momento.

En ese momento, Pilar supo que su próximo perro sería criado en DOGKING y así aguardó el tiempo pertinente hasta que ella y su familia estuvieron preparados para conocer a Lana y hacerla una más de la familia.

LA COMPAÑERA PERFECTA DE PILAR

Desde que Lana llegó a casa, Pilar y ella se han hecho inseparables. Desde que se levantaban hasta que se iban a la cama, pasaban juntas las horas. Gracias a eso, Lana comprendió rápidamente todas las necesidades que le imponía la esclerosis múltiple a Pilar y no tuvo problema en adaptarse a ellas.

Pilar es la única persona sobre la que no se sube, continuamente observa sus movimientos para no interponerse en su camino y no hacerle tropezar, y siempre está pendiente de ella por si alguien puede hacerle daño. Como dice Pilar, “es una guardaespaldas”. Es tal la capacidad de adaptación a Pilar que Lana ha desarrollado, que no le ha importado asumir el coche como medio para los paseos. Con él llegan a una zona de descampado y Lana se baja del vehículo para inspeccionar la zona y ejercitar sus músculos jugando con otros perros.

Es una compenetración total la que existe entre dueña y perra. Se entiende perfectamente, se respetan y se quieren. Sin embargo, el sentimiento es difícil de explicar, y Pilar nos escribió un pequeño texto en el que intentaba expresa aquello que tanto le costaba decir:

“Cuando me levanto por las mañanas, ya se han marchado todos, sólo quedamos Lana y yo. Bajo por las escaleras y me recibe como si fuera una estrella, no le importa que baje con dificultad, que baje en pijama, despeinada ... me está esperando moviendo su rabo y sólo espera que me siente y la acaricie. Después de desayunar, me quedaría sentada viendo las cotizaciones en mi ordenador pero ella me obliga a salir al campo, se relaciona con otros perros y me obliga a charlar con los propietarios de sus amigos, por la tarde me quedaría sentada en el sofá sin hacer nada, ya ha cerrado la bolsa; pero de nuevo me obliga a salir, me hace la pelota trayéndome sus mejores juguetes y al final me convence nuevamente y salimos. Creo que queda claro lo que significa y lo que hace Lana para mí.”

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