LAS CARACTERÍSTICAS DEL PERRO IDEAL PARA NIÑOS

Los niños suelen mostrar siempre un gran interés por los perros. Es una muy buena idea que un niño pueda convivir con un perro, pero hay que tener en cuenta que no es un juguete, sino una responsabilidad. Además, dependiendo de la edad del niño, tendremos que supervisar siempre la relación entre ellos. La relación perro-niño es muy beneficiosa para ambos.

Tema: Cachorros - Autor: DOGKING

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Las característica más importantes de un perro para relacionarse con niños

La raza y el temperamento

A lo largo de muchos años, los animales han sido seleccionados según su raza para ayudarnos a realizar distintas tareas: la caza, el pastoreo, la guarda, la terapia asistida con perros... Por eso, a día de hoy tenemos múltiples razas de perros, y algunas tienen mejor predisposición que otras para que la convivencia con niños sea un éxito. Por ejemplo, si el temperamento de un perro es controlador, marcando a aquel que haga algo "que no toca" como bien haría un perro pastor, o si el perro tiene tendencia a perseguir y cazar a aquello que se mueve como haría un perro de caza, podemos intuir que la probabilidad de que surjan problemas entre el perro y el niño es alta.

Educación

Aun así, independientemente de la raza, la educación del perro y una perfecta socialización son la base para que nuestro perro pueda convivir con niños perfectamente. Un perro que haya sido educado para tolerar ampliamente los comportamientos humanos, para no sobre-reaccionar en caso de que ocurra algo inesperado, de no mostrar signos de agresividad con facilidad y que haya aprendido a aceptar todo tipo de caricias y manipulaciones corporales tendrá una gran disposición a poder convivir felizmente con un niño. En este sentido, aunque la educación es clave, la facilidad para que el perro asuma estos comportamiento la da su temperamento.

Hipoalergénico

También puede ser una característica importante que el perro sea hipoalergénico. Los perros que tienen estas características no mudan pelo, lo cual los hace más higiénicos para el entorno donde se mueve el niño, ya que sus juguetes no se llenarán de pelos ni se los tragará al llevarse sus manos a la boca. Por otra parte, resulta imprescindible esta característica en caso de que el niño muestre alergia al perro.

Otros aspectos menos relevantes

El tamaño no resulta tan importante. Quizás en niños muy pequeños tendemos a pensar que es mejor un perro de pequeñas dimensiones, pero hay perros de gran tamaño que por su paciencia y su templanza, son ideales para relacionarse con niños. Si bien es cierto que muchos niños se sentirán más cómodos con un perro que puedan manejar fácilmente porque es pequeño, un perro grande puede ganarse fácilmente la confianza del niño si se muestra cuidadoso. Por lo que al final, lo importante no el tamaño, sino el comportamiento del perro.

Las supervisión de los padres es imprescindible

Evidentemente, la relación entre ellos y los perros siempre deberá estar supervisada por adultos para garantizar el éxito. Desde el inicio de los contactos entre el niño y el perro, el adulto responsable debe establecer las normas en el trato que se van a dar, tanto por parte del perro al niño como viceversa.

El adulto debe saber indicar al perro qué comportamientos le son permitidos con el pequeño y la intensidad de los mismos. Por ejemplo, puede permitir al perro lamer al niño pero debe controlar que ese lamido no sea excesivo como para que le resulte desagradable al pequeño. Por otra parte, el adulto tiene la tarea didáctica de enseñar al niño cómo debe tratar respetuosamente a un perro y establecer qué se puede y qué no se puede hacer para que el perro esté a gusto en presencia del niño. Por ejemplo, las caricias le gustan al perro pero debe enseñarle que probablemente no le guste que le acaricien en ciertas zonas, o que le tiren del pelo.

El adulto es el responsable de crear un ambiente agradable y mantener la cordialidad entre niño y perro.

Por otra parte, una vez que la relación entre perro y niño está establecida, la supervisión de los adultos servirá para vigilar que no hay ningún accidente involuntario y evitar que el perro no pueda dañar al niño y al contrario. El perro no es un juguete, es un ser vivo y se debe tratar siempre de manera correcta. Esto es muy importante que el niño lo aprenda.

Los beneficios del vínculo de los perros con los niños

Hay muchos estudios que aseguran que la convivencia con los perros ayuda a un mejor desarrollo del sistema inmunológico de los niños. Otros estudios también afirman que ayuda a tener una mejor salud mental. Además, acariciar a un perro disminuye la tensión arterial y produce efectos relajantes en nuestro organismo y en el de los niños.

Nunca deberíamos dejar a un niño la responsabilidad de cuidar y educar a un perro (esto es una tarea de los adultos, los únicos que pueden garantizar el bienestar del perro). Pero es evidente que si el niño convive con un perro, entenderá perfectamente qué supone tener responsabilidades y, además, a medida que el niño vaya creciendo podrá ir asumiendo mayores responsabilidades con el cuidado y con la educación del perro. Valores que son muy interesantes para la educación del niño.

Los perros, aparte de ser ideales compañeros de juego y de ser nuestros mejores amigos, también transmiten valores esenciales que tienen un mayor impacto en los niños. Por eso, los niños que tienen perro acostumbran a ser más empáticos, tienen una mayor autoestima y aprenden a respetar la vida de los animales.

Si somos capaces de hacer entender a los niños que los perros no son ningún juguete y que deben ser tratados con respeto y no cargamos a los niños con la responsabilidad de cuidar y educar al perro, los niños se beneficiarán de tener un perro en la familia y además… ¡el perro estará encantado!