PERROS CON ALMA

Ser una persona en proceso de final de vida significa ser consciente de que el tiempo se acaba. Enfrentarse a la muerte de una forma tan directa puede ser muy duro. Se dan situaciones de malestar emocional o de mala adaptación de una enfermedad y episodios de negación tanto por parte del paciente como de la familia. La culpabilidad de no haber aprovechado la vida que se les brindaba, provoca en el enfermo una serie de síntomas que afectan enormemente a su estado anímico y psicológico: ansiedad, sufrimiento, aislamiento y falta de comunicación con los familiares, insomnio, depresión…

El objetivo de Perros Con Alma es ofrecer a las personas en proceso de final de vida y su entorno un complemento a la ayuda psicológica en la atención integral a través de las intervenciones asistida con perros para favorecer la comunicación del paciente, combatir la ansiedad de estas personas y trabajar la aceptación de su situación.

PASOS PARA LLEVAR A CABO UNA INTERVENCIÓN ASISTIDA CON ANIMALES EN EL HOSPITAL RESIDENCIA SANT CAMIL

- Coordinación con los profesionales que tratan a los usuarios: Los profesionales que tratan a los usuarios que realizarán las intervenciones asistidas con animales marcarán los objetivos grupales e individuales que se quieren lograr a través de las actividades que se trabajen en las sesiones. Para ello es necesario que los profesionales le transmitan a los técnicos que realizarán las intervenciones todos los datos a tener en cuenta del grupo y de los usuarios individuales con los que van a tratar y ver con ellos en que medida son factibles los resultados que se esperan conseguir.

- Planificación de actividades: Una vez que los técnicos cuentan con todos los datos importantes de los usuarios y has acordado los objetivos que se van a perseguir en las sesiones, se desarrolla un programa de actividades para los usuarios. Este programa será una guía de cómo se desarrollarán las futuras sesiones, aunque está abierto a cambios ya que en la medida en que los técnicos trabajan con los usuarios los irán conociendo mejor para saber qué actividades puede resultarles más efectivas.

- Realización de intervenciones asistidas con perros: Las actividades que se realizan durante la sesión corresponden con los objetivos que se quieren conseguir con los usuarios y el técnico se encarga de introducir al perro de terapia en la actividad para romper la monotonía y motivar a los usuarios. De esta manera, se puede trabajar actividades de todo tipo: de desarrollo mental, sensitivo, de psicomotricidad, de aprendizaje…

- Monitorización de progresos grupales e individuales: Durante de las intervenciones, los técnicos van tomando notas y tras la sesión se elabora un informe en el que se plasma los ejercicios que se han realizado y se evalúa como ha sido la intervención individual de los usuarios y se realiza una evaluación global del grupo. De esta manera se deja constancia de cómo ha transcurrido la sesión para poder analizar posteriormente el progreso de los usuarios.

- Evaluación periódica y reestructuración de objetivos y grupos: Periódicamente se realiza un informe que recopila la información de las sesiones llevadas a cabo para poder evaluar la progresión hacia los objetivos marcados de cada usuario y de forma grupal. Estos informes sirven para ver la evolución de los pacientes y para intercambiar impresiones entre los profesionales que tratan a los pacientes y los técnicos en intervenciones asistidas con los usuarios. Según las conclusiones que se extraigan de estos informes se decidirá si se sigue ahondando en los objetivos ya marcados o se cambian porque ya han sido superados.

¿QUÉ BENEFICIOS APORTAN A UNA PERSONA EN PROCESO FINAL DE VIDA?

Algunas formas en las que los perros de terapia pueden mejorar la calidad de vida en las personas en proceso de final de vida incluyen:

NUESTROS PERROS DE TERAPIA

El Australian Cobberdog es la raza con la que DOGKING trabaja en sus sesiones de terapia asistidas con perro. Es la única raza del mundo desarrollada como perro de terapia y asistencia. Es un perro hipoalergénico y con una gran inteligencia para aprender cómo hacer su trabajo y está disponible en 3 tamaños. Además muestra una gran sensibilidad con los niños y mayores.

- Hipoalergénico: El manto del Australian Cobberdog es hipoalergénico, no pierde pelo ni hace la muda. Esto lo hace apto para cualquier persona con necesidades especiales aunque tenga alergia. Además es perfecto para realizar sesiones de terapia en hospitales o centros ya que resulta muy higiénico. También es una ventaja como perro de asistencia, ya que no ensuciará los lugares públicos a los que acompañe a su usuario.

- Temperamento: El Australian Cobberdog tiene el temperamento ideal para ser un perro de terapia o perro de asistencia. Es pacífico y muy tolerante con todas las personas, incluso con aquellas que le tratan bruscamente (algo muy típico en personas con demencia o con rasgos del espectro autista).

- Aspecto: El Australian Cobberdog tiene aspecto de peluche bonachón por lo que su aceptación es muy alta entre las personas (incluso en personas con miedo a los perros). Su pelo largo y suave puede ser de muchos colores, lo cual se presta a desarrollar en las sesiones de terapias ejercicios relacionados con los sentidos. También resulta muy versatil que haya tres tamaños de Australian Cobberdog para realizar diferentes tareas de asistencia o terapia.

- Empatía: El Australian Cobberdog tiene una especial fijación por los humanos. Siempre busca la mirada y siente mucha curiosidad por saber todo lo que hacemos. Esta observación constante le lleva a tener un gran capacidad para reconocer expresiones y estados de ánimo. Percibe rápidamente cuando alguien necesita su compañía o cuándo alguien le pide espacio. Y esto lo respeta siempre.

- Inteligencia: El Australian Cobberdog destaca por querer agradar siempre a su referente. Esta característica es especialmente útil a la hora de enseñarle nuevas órdenes. Es muy sencillo conseguir la atención del perro que siempre intentará entender lo más rápido posible qué esperas de él.