¿TU PERRO ESTÁ SOCIALIZADO? SI ES UN CACHORRO DOGKING SÍ

La socialización de los cachorros DOGKING

En otro artículo ya os comentábamos que desde que nacen, nuestros cachorros comienzan su programa sociabilización. Comenzamos creando contacto humano con ellos, habituándoles a diferentes sonidos, se les presenta la correa, se enseña a viajar en vehículo…

Cada nueva fase del programa corresponde a una edad, aunque también hay que tener muy en cuenta la sensibilidad del cachorro ya que hay algunas razas con mucho ímpetu, como los Labradores o los Westy y otras que necesitan ir aprendido todo más suavemente, como los Golden o los Schnauzer.

¿PERO QUÉ ES LA SOCIALIZACIÓN?

Como ya comentábamos en un artículo anterior, la socialización (o sociabilización) de los cachorros es el proceso a través del cual el perro aprende a relacionarse con el mundo que le rodea. Debe realizarse cuando aún es cachorro, ya que es el momento en el que las experiencias que tenga serán su aprendizaje para saber como actuar en un futuro cuando se de una situación parecida.

La socialización abarca su relación con humanos, otros perros, otros animales, objetos, ruidos, espacios… Si a un cachorro se le expone por primera vez a una situación nueva como puede ser pisar por primera vez una superficie inestable, puede que su primera reacción sea la de estar aterrorizado ante algo que se mueve y no controla. En este caso, su experiencia podría ser mala si se le deja pensar que esa superficie es aterradora. Una buena socialización al respecto no sería abandonar ese lugar para complacerlo sino enseñarle a superar ese miedo infundado.

El espacio de socialización... y propiocepción

Esta novedad en nuestro programa para educar a los cachorros está destinada a aquellos que ya tienen todas su vacunas y pueden ya salir a la calle. Consiste un espacio delimitado por vallas de madera, suelo de césped y materiales para realizar diferentes ejercicios de propiocepción y socialización.

Ya sabemos que es la socialización pero, ¿la propiocep-quéee?.

La propiocepción es un sentido que el perro puede desarrollar en mayor o menos medida según sus propias experiencias y le permite tener plena consciencia de su propio cuerpo y lo que puede hacer con él. De este sentido depende la coordinación entre las diferentes partes de su cuerpo y la destreza para realizar movimientos difíciles, calcular distancia o medir la fuerza que ejerce sobre algo, entre otros. Los cachorros suelen ser muy torpes porque precisamente les falta desarrollar su propiocepción.

Aunque es algo que de natural se aprende, si se potencia este sentido cuando el perro es aún pequeño se pueden obtener resultados óptimos, por eso es otro punto importante a trabajar en el Espacio de Socialización.

ACTIVIDADES Y MUCHO AMOR

La actividades que se realizan en el Espacio de Socialización están dirigidas por Andy, a quien muchos ya conoceréis de verla con nuestros cachorros o del artículo en el que ella nos contaba su experiencia en DOGKING aprendiendo de la mano de nuestro adiestrador Antonio Dávalos.

Son muchos los ejercicios que se pueden hacer en este espacio pero aquí os resumimos algunos:

Socialización con diferentes superficies: El suelo del espacio está formado por césped artificial, una superficie que nunca han tocado nuestros cachorros antes y por tanto le genera inseguridad. Andy se encarga de darles confianza en este nuevo medio. A medida que el cachorro está más seguro, se le van presentando diferentes superficies con rugosidades, inestabilidades, alturas, etc… Así cuando el perro sea adulto, se sentirá preparado para caminar por cualquier lugar.

Educación básica: Este espacio también es ideal para ir introduciendo al cachorro el la dinámica del adiestramiento. Aquí se le enseña a llevar arnés, a estar atento a las órdenes, a que si lo hace bien tiene premio… Es la antesala de lo que tendrá que saber cuando vaya creciendo.

Socialización con la calle: El Espacio de Socialización se encuentra en la parte que da a la calle de nuestro centro veterinario. Es un lugar concurrido, con ruidos de coches, por el que pasan clientes, niños jugando y otros perros del barrio que están de paseo con sus dueños. Muchos de ellos se acercan al espacio para preguntar por él o ver las actividades que hacemos con los cachorros. Este es un momento ideal para que el cachorro socialice con personas diferentes u otros perros que no son de su camada y cuando sea adulto no tenga miedo de conocer más allá de su familia y su entorno.

Propiocepción: Para que vaya desarrollando este sentido, al cachorro se le proponen ejercicios en los que tiene que coordinar las cuatro patas o calcular sus capacidades, como subir una escalera, saltar vallas, mantener el equilibrio sobre una bola… De esta manera está descubriendo sus límites a muy temprana edad, lo que le convertirá en un adulto súper ágil.

Aunque todos estos ejercicios son muy importantes, no se nos puede olvidar mencionar una parte fundamental del trabajo que se hace en este espacio con los cachorros: darles mucho amor. Y es que cómo mejor aprende un perro es así, esforzándose por agradar a quien tanto amor le da.

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